noviembre 13, 2006

Testimonios de nuestros Papas

Guillermo Donoso M., papá confirmado con los jóvenes.

Quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre mi Confirmación, que viví de manera muy intensa en una edad ya madura de mi vida.

Antes de todo, quiero agradecer al Colegio la maravillosa oportunidad que nos brinda a los adultos apoderados que no hemos recibido este sacramento de poder unirnos a los jóvenes en su preparación. En caminos paralelos pero que nos llevan a un mismo lugar.

Quiero agradecer también a dos personas maravillosas que nos acompañaron en este proceso: Magdalena Varas y Andrés Espinosa, ellos tuvieron la bondad y la paciencia de pastores para guiarnos en el camino.

Para mi la palabra Confirmación tomó todo el valor que conlleva. Fue una confirmación de Fe, de sentirme cristiano, de sentirme parte de una Comunidad de Iglesia.

Fue significativo, porque se dio en el lugar donde renació mi Fe: en el Colegio Saint George. Fue en este Colegio, entre ustedes, con ustedes, en esta comunidad Georgiana, donde sentí fuerte de nuevo el llamado del Señor.

Fue en este Colegio, con la acogida del Padre Pepe a nuestra familia, donde comenzó este proceso. Aquí conocí sacerdotes que guían sabiamente, con fidelidad a Dios Padre.

Aquí sentí el llamado del Señor, por lo que al momento de la confirmación no dude en contestar AQUI ESTOY SEÑOR.



Magdalena Aninat
mamá de Magdalena Gómez, alumna del 4º Básico D, que hizo su Primera Comunión recientemente.

Me pareció una ceremonia muy emotiva llena de signos y símbolos, destaco algunos, la entrada de los niños y su inclinación ante el altar, la participación de varias familias durante la ceremonia, la prédica del rector, dirigida a los niños, en un lenguaje coloquial y cercano, la comunión misma donde cada niño y niña son acompañados por sus padres, cuando los niños cantan solos, el rezo a la virgen y tantos otros más.
Fue muy emocionante.
Rescato en la ceremonia y su organización el verdadero sentido georgiano, una religiosidad cálida, orientada a la acción, con un Dios cariñoso, cercano y misericordioso.
Los niños se portaron muy bien, estaban conscientes de lo que estaban viviendo, no se veían tensos, sino concentrados y muy compenetrados de lo que allí estaban viviendo.
En síntesis, me encantó, emocionante y mística.
Mil gracias por la organización y preparación de los niños y sus padres en todo este período, mi enorme gratitud y felicitaciones a todo el equipo que está en esto.


Andrés Espinosa y Magdalena Varas: Preparadores de Confirmación de Apoderados


Cuando me pidieron que escribiera algunas líneas contando como había sido mi experiencia conjuntamente con la Magdalena (mi esposa) de preparar a una mamá y un papá del colegio para su confirmación, mi primer recuerdo fue el “miedo” a no poder cumplir con las expectativas de esta inmensa responsabilidad.

En la homilía de la ceremonia de la confirmación monseñor Cristian Contreras habló del miedo que los apóstoles tenían una vez que Jesús había sido crucificado y muerto, ya que se sentían solos, desamparados y perseguidos. Jesús se les presenta y les dice “Paz a ustedes” y con estas palabras y mediante el Espíritu Santo, ellos sintieron la compañía de Jesús en sus corazones y el miedo desapareció.

Con la Magdalena sabíamos que si nos encomendábamos al Espíritu Santo, él nos acompañaría en este proceso, poniendo las palabras y los silencios en los momentos indicados.
Hoy en nuestras vidas tenemos muchos miedos, al fracaso, a la soledad, a la muerte, etc. todos estos miedos muy justificados según los tiempos que corren, pero son miedos que no nos dejan hacer lo que debemos hacer, ni decir lo que tenemos que decir, son miedos que nos paralizan y enmudecen.

Jesús nos regaló su paz y compañía, y con esto la fuerza para hacer de nuestras vidas, vidas activas, ágiles, alegres, comprometidas y valientes.
Después de vivida esta gran experiencia me hace mucho sentido las palabras que antes de terminar las misas los sacerdotes pronuncian “Vayan en la paz del Señor”.